miércoles, 11 de febrero de 2015

EL MITO DE PSIQUE Y EL ATLETA DE ÉLITE

Un mito es un relato tradicional que se refiere a acontecimientos prodigiosos de seres sobrenaturales o extraordinarios tales como dioses, semidioses, héroes, monstruos, o personajes fantásticos. La psicología y la psiquiatría deben sus respectivas denominaciones al mito de Psique. En latín Psique significa espíritu, alma, mente, o pensamiento. 



Psique era la mas joven y bella de las tres hijas del Rey de Anatolia, y muchos eran los que  acudían para admirarla. Afrodita (Venus), la diosa de la belleza, tuvo celos de Psique al verse eclipsada y pidió a su hijo Eros (Cupido), el dios del amor, que Psique se enamorase de un monstruo horrible, pero el hijo de Afrodita se enamoro de Psique y la tomo como esposa. Como Psique era mortal a Eros no le era permitido mostrarle su cara. Psique pasaba las noches con Eros a oscuras, sin poder ver su cara.   
Las hermanas de Psique se tornaron envidiosas ante la felicidad de esta y concibieron un plan para arruinarla. Una y otra vez envenenaron la mente de Psique con comentarios negativos sobre el aspecto físico de Eros. Psique no fue capaz de soportar tal intriga y, una noche mientras Eros dormía, se le acercó con una lámpara de aceite para contemplar su cara. En ese momento vio la cara mas apuesta que jamás había visto. Sus manos comenzaron a temblar de tal manera que gotas de aceite caliente cayeron sobre los hombros de Eros. Este despertó y, comprendiendo la traición de Psique, se marcho. 
Angustiada ante su propio acto de traición, y por haber herido y perdido a Eros, Psique dedicó el resto de su vida a buscarlo. Si bien oró plegarias a todos los dioses, ninguno le ayudó por temor a ser castigado por Afrodita. En un acto de desesperación, incluso le oró plegarias a Afrodita.
Eros acudió a su madre para que sanase sus heridas. Cuando Afrodita se enteró que Eros había tomado a Psique por esposa, y que Psique había traicionado a Eros, decidió castigarla severamente. Psique suplico el perdón de Afrodita pero esta le dijo que para recibir su perdón debería realizar varias tareas, todas ellas imposibles, pero Psique aceptó el reto, manteniendo con firmeza la ilusión de encontrar su amor perdido. 
Primero, Afrodita cogió gran cantidad de semillas de trigo, amapola, y mijo, y las mezclo. Luego pidió a Psique que las separase en sus tres componentes originales antes de la puesta sol. Gracias a una colonia de hormigas Psique cumplió con las exigencias de la tarea. 
Cuando Afrodita se enteró de lo sucedido, se enfadó aun mas e impuso a Psique otras tareas imposibles de realizar, tales como obtener lana de una malvada oveja o agua negra del rio Styx, pero  nuevamente, y gracias a la ayuda de otros, Psique fue capaz de realizar una tras otra.
 Eros logró recuperase de sus lesiones y se marcho en busca de Psique. Al encontrarla, le reprocho por su traición y le dijo que su búsqueda del amor había concluido. Eros se presentó ante Júpiter, el rey de los dioses, y le suplicó que hiciese de Psique una diosa inmortal. Júpiter accedió y ante una asamblea de dioses la unió con Eros hasta la eternidad. Afrodita se alegró de lo sucedido porque su hijo ahora tenía por esposa a una mujer que estaba a su altura. 


La historia que acabamos de relatar es ficción, por supuesto, pero pone en evidencia una serie de hechos, actitudes, y comportamientos de elevado valor personal para competir y triunfar en el mundo tipo “perro come perro” del deporte de elite. 
Psique, a igual que un atleta de élite ganador, no adoptó la posición de victima ante la adversidad, sino al contrario, aceptó plena responsabilidad por sus acciones, y supo que no se convertiría en perdedora hasta que comenzase a culpar a los demás por sus fracasos. 
Psique es honesta e integra, y su juego es limpio. No recurre a trampas, ventajas injustas, o sustancias ilícitas de ningún tipo para intentar superarse a ella misma así como a los demás. No cree ni compite en aquellos sistemas defectuosos mal concebidos y estructurados en los cuales todo esta preparado para facilitar que el mejor tramposo gane. Psique compite exclusivamente contra ella misma y no contra los demás, es totalmente fiel a sí misma, y tiene claro sus necesidades y convicciones. Es eficaz en sus acciones, pero no se apura.

Psique, como todo atleta de élite, es tremendamente curiosa y quiere saber cada vez más y más en su incesante búsqueda del conocimiento que le conducirá a un estado espiritual o un rendimiento superior. Tal búsqueda simboliza la más pura esencia de nuestro curioso e inquisitivo espíritu a medida que procuramos adaptarnos y dar significado y sentido a los eventos de la vida. 
Los reiterados tropiezos de Psique representan las derrotas y los fracasos que experimentan los atletas de élite a lo largo de su carrera deportiva. Lo importante es saber tratar el triunfo y la derrota, esos dos formidables impostores (como dijo Rudyard Kipling, escritor y poeta británico nacido en la India), exactamente como lo que son.

Tanto Psique como los atletas de élite poseen la grandeza y la madurez para aceptar la eterna presencia de la subjetividad, la imperfección, y el error humano. Psique, además, sabe que la curiosidad y el deseo obsesivo de ganar y triunfar representan un poderoso e innato instinto humano que a menudo nos lleva a realizar actos irracionales, fallidos, y/o totalmente equivocados.
A igual que Psique, todo atleta de élite vive y convive en un mundo colmado de emociones humanas buenas y malas como la envidia, el celo, la ira, la maldad, el egoísmo, la desesperanza, la tolerancia, el amor, la compasión, el altruismo, el perdón, la disciplina, y la perseverancia. Lo importante es saber entender la esencia de los componentes racionales y emocionales de tales emociones, y recordar que: “cuando nos alteramos y no sabemos que hacer, es porque no comprendemos la situación en su total extensión y profundidad.” Con este último concepto queda claro que, aquel que sea capaz de controlar su reacción, también será capaz de controlar la situación.

Finalmente, y quizá lo mas importante de todo lo antedicho, es que el mito de Psique nos permite simbolizar el único y exclusivo elemento que toda persona y competidor de élite posee, pero que ellos mismos son incapaces de comprender en su totalidad: sus propias almas o espíritus humanos. 
El alma o espíritu humano simboliza la existencia de un elemento psíquico personal, único, e intransferible. Un elemento que, además, esta dotado de extraordinarios poderes de lucha, adaptación, perseverancia, y superación. Un elemento singular que todos nosotros llevamos dentro y que nada ni nadie nos puede arrebatar.

Como podrán apreciar, la relación lineal entre el mito de Psique y el deportista de elite es algo que tengo muy claro. Fundamentalmente porque en su momento yo mismo fui uno de ellos …




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