miércoles, 3 de octubre de 2012

SUELO PÉLVICO, COMPROMETIDO CON EL BIENESTAR

La preocupación sobre la salud del suelo pélvico está al orden del día, con una evolución ascendente no sólo dentro de la ginecología sino también de la actividad física.
Su entrenamiento puede ayudar a curar la incontinencia urinaria y mejorar la función sexual y la satisfacción, entre varias otras cosas. Un suelo pélvico saludable tiene una importante repercusión en la calidad de vida de la mujer y del hombre, y por ello, lo último que debemos hacer es menospreciarlo.
¿QUÉ ES EL SUELO PÉLVICO?
El suelo pélvico es un sistema de músculos, ligamentos y estructuras de soporte que cierran la cavidad abdominal por su parte inferior. Puedes imaginártelo como una hamaca que soporta y sujeta las vísceras de la pelvis (vejiga, útero e intestino).
Atravesando el suelo pélvico pasan unos conductos de salida al exterior de estos órganos: la uretra, la vagina y el recto.
Del buen estado del suelo pélvico depende el correcto funcionamiento de todas estas estructuras, de manera que cuando se debilita, estas producen prolapsos o caídas, además de las disfunciones consecuentes.
MÚSCULOS DEL SUELO PÉLVICO
Los músculos del suelo pélvico (coccígeo, iliococcígeo y pubococcígeo) abarcan la zona que va desde el hueso púbico al cóccix pero, como pasa con el diafragma, no están posados sobre ninguna estructura ósea (de ahí que suelen llamarse diafragma pelviano). Este hecho contrasta con la gran mayoría de músculos esqueléticos, los cuales se anclan en la parte externa de estructuras óseas.
Cubriendo la totalidad del suelo pélvico hay una pared delgada de fascia o de tejido conectivo, que envuelve, conecta, y da apoyo a los músculos y órganos de la región pélvica.
Los músculos del suelo pélvico trabajan de forma coordinada, y cooperan entre ellos para adaptarse a los constantes cambios de presión abdominal y torácica. Este mecanismo de presiones intra-abdominales permite liberar la carga de la
columna vertebral, a la vez que cumple una importante función en la estabilidad lumbo-pélvica.





Por otro lado, y gracias al complejo patrón muscular del cuerpo, cuando se contrae el transverso abdominal (como ocurre a lo largo de las sesiones de Pilates) también se contraen los músculos del suelo pélvico. Así mismo ocurre con los aductores de cadera, que se contraen simultáneamente con este grupo muscular. Pero a pesar de las sinergias musculares, no hay que olvidar que tener una conciencia y autocontrol sobre el suelo pélvico aporta enormes beneficios para todo individuo.
CONSECUENCIAS DE UN SUELO PÉLVICO DEBILITADO
Demasiadas veces se considera un problema menor, pero la realidad es que 7 de cada 10 mujeres lo padecen, y algunos hombres también. Un suelo pélvico debilitado puede traducirse en problemas urinarios, intestinales o sexuales, que se agravan con la edad, y que pueden llegar a acarrear consecuencias muy graves.
Por diversas razones, el suelo pélvico puede quedar sobre-estirado, laxo, o incluso roto, no pudiendo ofrecer apoyo para su contenido. Su debilitación puede ser consecuencia de un embarazo, parto, obesidad, seguimiento de dietas estrictas, menopausia, tabaquismo y su asociada tos crónica, etc. Incluso la simple inactividad o una actividad inadecuada pueden conducir a una disminución del tono, fuerza y flexibilidad de este grupo de estructuras.
Cuando esto ocurre, pueden presentarse los siguientes síntomas:
  •  Incontinencia urinaria o fecal
  • Estreñimiento o vaciado incompleto de la vejiga o de los intestinos
  • Problemas sexuales: menor satisfacción, relaciones dolorosas, incapacidad de   llegar al orgasmo…
  • Hundimiento o prolapso del útero, la vejiga o el recto
  • Dolor en la espalda baja o en la parte inferior del abdomen
ENTRENAMIENTO SALUDABLE
Hoy en día existe una concienciación generalizada sobre la importancia que ejercen los programas de entrenamiento orientados a una condición física saludable, con especial atención al cuidado de la columna vertebral.





En este contexto, el fortalecimiento del Core, y por extensión al del llamado Powerhouse de Pilates, supone tanto un elemento esencial en el desempeño de las actividades de la vida cotidiana como para la ejecución de cualquier programa de acondicionamiento físico. En consecuencia, están surgiendo con fuerza algunas técnicas o métodos encaminados a lograr este fin, y que no sólo incluyen el Pilates, sino otros métodos como el Hipopresivo.
El fortalecimiento del suelo pélvico cobra especial importancia en relación al
enfoque del trabajo abdominal. Cuando el conjunto de músculos abdominales se contraen al mismo tiempo, aprietan fuertemente la cavidad abdominal, produciendo una gran presión sobre todas las estructuras que hay dentro. Se podría comparar este contenido abdominal con una gran gota de líquido que, al ser sometida a una presión, el volumen reducido se desplaza inevitablemente.Por ello es un error fortalecer los abdominales sin antes incidir sobre el tono del suelo pélvico, evitando prolapsos y problemas derivados. Para hacerlo, hay que contraer el suelo pélvico antes de contraer los abdominales y, eso, evidentemente, implica tiempo de aprendizaje.
Lo importante es ser conscientes que para la calidad del entrenamiento, y por ende de nuestro bienestar, debemos tener muy presente el suelo pélvico. Las técnicas de fortalecimiento de la musculatura de la zona media del cuerpo que utilicemos dependerá de cada uno, pero está claro que cuánto más sepamos y mejor las empleemos, más éxito conseguiremos.

AUTOR: Paulina Savall






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