jueves, 3 de enero de 2013

ELECTROESTIMULACIÓN ¿SUSTITUTO O COMPLEMENTO?

La electroestimulación muscular es una innovación tecnológica de gran ayuda en la mejora de la salud y el rendimiento.

En sujetos sanos la electroestimulación se aplica de forma indirecta, es decir, los impulsos eléctricos producen contracciones en la musculatura esquelética como resultado de la estimulación percutánea de nervios periféricos. A este tipo de aplicación se le denomina estimulación eléctrica neuromuscular (EENM).


Si bien en un principio la electroestimulación tenía un objetivo básicamente rehabilitador, la evolución y conocimiento ha traído consigo un desarrollo muy importante de esta técnica en la mejora del rendimiento físico. Son muchos los aparatos de electroestimulación que podemos encontrar en el mercado, desde un plano más médico hasta aparatos más sencillos de uso personal al alcance de cualquier usuario. No vamos a hablar en esta ocasión sobre los modelos ni marcas de este tipo de aparatos, pero sí su funcionalidad real cuando hablamos de entrenamiento y rendimiento.

Desde la Universidad Europea Miguel de Cervantes y la Universidad de León [1, 2], un grupo de investigadores publicaron una revisión sobre los efectos del entrenamiento con electroestimulación sobre la función muscular, recogiendo los estudios que hasta el momento han comparado los resultados de entrenamientos con electroestimulación, tradicional y/o combinación de ambos.

La electroestimulación abarca a día de hoy muchos ámbitos, pero en esta ocasión no vamos a hacer referencia a su uso en la prevención y el tratamiento de la atrofia muscular o el aumento de la fuerza para la estabilidad articular, entre otros, vamos a centrar el conocimiento científico en su empleo para el rendimiento en personas sanas.

En la primera de sus revisiones [1] describen los parámetros de la corriente eléctrica y cómo influyen en el rendimiento. No nos vamos a detener mucho más en este apartado ya que los aparatos de electroestimulación que se usan con este fin suelen tener los programas ya estandarizados y definidos, no siendo posible manipular los parámetros de corriente (tipo onda, duración, frecuencia, etc.). Por otro lado, en la segunda revisión [2] los investigadores de estas universidades españolas mencionadas revisaron estudios donde se usaron protocolos de entrenamiento tradicionales, donde la contracción es voluntaria, y entrenamientos con electroestimulación.




El entrenamiento voluntario parece ser más eficaz que la electroestimulación para la mejora de la fuerza cuando comparamos protocolos de entrenamiento con uno u otro método. Cuando se trata de superponer el entrenamiento voluntario y la electroestimulación la teoría dice que se podría reclutar un mayor número de unidades motrices que cualquiera de los dos tipos de contracción por separado, y, en consecuencia, desarrollar una mayor fuerza. Sin embargo, los estudios muestran que en contracciones isométricas y concéntricas este tipo de superposición produce menos fuerza que en contracciones voluntarias y únicamente bajo contracciones excéntricas se han obtenido mayores niveles de fuerza con técnicas de superposición.

Cuando nos referimos a expresiones de la fuerza como la potencia anaeróbica depende de en qué actividad se evalúe la fuerza explosiva para obtener conclusiones. Los estudios que han utilizado el salto vertical como estimador de esta cualidad no han reflejado mayores beneficios de un trabajo combinado que con el propio trabajo de pesas por sí solo. Por otro lado, cuando la combinación fue un entrenamiento de electroestimulación junto con un trabajo voluntario de saltos específicos sí se obtuvieron mejoras en el salto vertical.

Este detalle sobre las características y especificidad del entrenamiento con el que se combina la electroestimulación es muy importante ya que sucede lo mismo cuando se estudia la mejora de la velocidad. Estudios diversos en patinadores de hockey hielo o nadadores muestran mejoras con un entrenamiento con electroestimulación, siempre y cuando se lleve a cabo un trabajo de transferencia específico en función del tipo de test utilizado para evaluar la velocidad.

La estimulación eléctrica neuromuscular no debe considerarse como un método de entrenamiento alternativo, sino complementario al entrenamiento voluntario. Actualmente se considera que la estimulación eléctrica neuromuscular es un complemento del entrenamiento tradicional en sujetos sanos, y no un sustituto del mismo. Incluso, pensar en la electroestimulación como único método de entrenamiento puede resultar perjudicial en determinadas cualidades físicas.

Este artículo está basado en dos artículos publicados sobre los efectos de la electroestimulación en el entrenamiento. Para conocer las últimas tendencias y los últimos avances en el entrenamiento con EMS (electro-mio-estimulación) recomendamos conocer el producto EMS Miha Bodytec que distribuye en España Fitness Technology.


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