Nos encontramos con esta duda en situaciones complicadas, en momentos en los que los ánimos menguan o todo lo contrario en momentos de euforia incontrolada... Es, en ese momento, cuando más necesitáis, que los ánimos estén por las nubes o que sepan concentrarse, animarse, motivarse,…Y como entrenadores, ¿qué les decimos en el vestuario, antes de salir, o en el descanso?
Cuando los entrenadores me hacen esta pregunta mi respuesta es que no hay una frase ideal para todos pero si la hay para tu propio equipo y esa frase no es la primera que se te ocurre, es la que consigues con un entrenamiento previo basado en la parte psicológica de tu equipo.
Entrenas día a día a tu equipo para que sepa qué hacer en cada momento de la competición o del ejercicio pero... ¿tu te entrenas para saber o que debes decir en ese preciso instante, hasta conseguir lo que quieres de tu equipo, para ser un verdadero apoyo, una verdadera ayuda, para sacar el máximo rendimiento en momentos complicados?
Debemos saber sacar lo mejor de ellos en cada instante, un entrenador debe de convertirse en lo que llamamos hoy en día, un lider-coach, y esto se consigue formándose para ello.
La importancia que adquiere el entrenador en los momentos más complicados se multiplica por dos y numerosos estudios demuestran que es necesario creer en algo en esos momentos, esto nos sugiere una carga extra de responsabilidad y al mismo tiempo una oportunidad de poder sacar el máximo rendimiento de tus jugadores, oportunidad que hay que saber aprovechar. Ellos están predispuestos a creer y tu estás predispuesto a ser esa figura en la que te gustaría que creyeran.
Pero, ¿cuál es la realidad de estas situaciones? en la mayoría de los casos no salimos del todo airosos, más bien nos quedamos con una sensación no del todo satisfactoria para nosotros mismos. Lo que nos hubiera gustado conseguir o decir no coincide con lo que hemos dicho y queda la famosa frase de “tenía que haber dicho”, “tenía que haber hecho”.
Entrenas día a día a tu equipo para que sepa qué hacer en cada momento de la competición o del ejercicio pero... ¿tu te entrenas para saber o que debes decir en ese preciso instante, hasta conseguir lo que quieres de tu equipo, para ser un verdadero apoyo, una verdadera ayuda, para sacar el máximo rendimiento en momentos complicados?
Debemos saber sacar lo mejor de ellos en cada instante, un entrenador debe de convertirse en lo que llamamos hoy en día, un lider-coach, y esto se consigue formándose para ello.
La importancia que adquiere el entrenador en los momentos más complicados se multiplica por dos y numerosos estudios demuestran que es necesario creer en algo en esos momentos, esto nos sugiere una carga extra de responsabilidad y al mismo tiempo una oportunidad de poder sacar el máximo rendimiento de tus jugadores, oportunidad que hay que saber aprovechar. Ellos están predispuestos a creer y tu estás predispuesto a ser esa figura en la que te gustaría que creyeran.
Pero, ¿cuál es la realidad de estas situaciones? en la mayoría de los casos no salimos del todo airosos, más bien nos quedamos con una sensación no del todo satisfactoria para nosotros mismos. Lo que nos hubiera gustado conseguir o decir no coincide con lo que hemos dicho y queda la famosa frase de “tenía que haber dicho”, “tenía que haber hecho”.
Hoy quiero compartir alguna clave contigo para poder sacar el máximo rendimiento de tu equipo en esos momentos, antes quiero que tomemos total conciencia sobre la situación real, lo que sucede en la mayoría de los casos y para ello yo te expongo un ejemplo con un equipo, me gustaría que lo adaptaras a tu historia personal lo máximo posible:
1. Te encuentras en el vestuario o terreno de juego antes de una situación difícil con tu equipo, es el momento del descanso y van perdiendo 2-0
2. Te haces una idea en cuanto a lo que sienten o necesitan basado en lo que tú crees, esa creencia viene dada por tu propia experiencia o por estudios psicológicos.
3. Piensas y decides actuar, por lo que les ofreces unas palabras con un objetivo concreto: motivarles a seguir y no abandonar.
4. Salís de nuevo al campo y te preguntas si habrá servido de algo.
¿Qué crees que podemos mejorar?
Si de verdad queremos que nuestras palabras se conviertan en algo que signifique una verdadera motivación deberás hacer LA PREGUNTA para que tus palabras se conviertan en una respuesta a sus necesidades.
¿Cuál es el sentimiento de grupo general? Están animados, con rabia, con fuerza, desanimados, lo dan todo por perdido, creen de verdad que tienen posibilidades de remontar, creen que no hay nada que hacer pero saldrían de todos modos a luchar… como verás los sentimientos pueden ser diversos por lo que nos podemos equivocar plenamente en nuestro discurso.
Seguramente pensarás que las opiniones son distintas de cada uno de los jugadores y cómo es posible adaptarse a todas y esa es la razón de que en el momento del descanso poco podemos hacer si no hemos hecho un trabajo previo.
Así que nuestro primer deber es conocer como actúa el grupo ante una situación que consideramos positiva y una que consideramos negativa. Tendremos que reunirlos y con ayuda de algún ejercicio averiguar que patrón de grupo utilizan en cada uno de los casos.
Aquí te propongo un cuadro de emociones que puede ser utilizado a nivel individual o grupal.
Vivencias
de éxito
|
Vivencias
de fracaso
|
|||
POSITIVO
|
NEGATIVO
|
POSITIVO
|
NEGATIVO
|
|
EMOCIONES
|
Alegría,
Relajado
Eufórico
Optimista
|
Alegría
Desordenado
|
Persevera
|
Disgusto
Desgano
Pesimismo
Resignado
|
DISPOSICIÓN A RENDIR
|
Aplicación
Valor
Capacidad
Recuperado
|
Pereza
Cansancio
Satisfacción
|
Voluntad compensación
|
Falta de decisión inhibición
|
AUTOESTIMA
|
Confianza en si mismo
Seguridad
|
Sobrevaloración de si mismo
Arrogancia
|
Autocrítica
modestia
|
Falta de confianza en si
mismo
Sub-valoración
|
El jugador deberá situarse en el cuadrante con el que se sienta más identificado o como cree que se siente el equipo en una situación de éxito y en una situación de fracaso. Para ambas, escogerá en “emociones” sentimientos negativos o positivos, en “disposición a rendir”, positivos o negativos al igual que en “autoestima”. Al final se representa la opinión de cada uno en un cuadrante común que nos indicará que patrón sigue el equipo ante una situación de fracaso o de éxito que nos ayudará a preparar un discurso eficaz.
AUTOR: Susana Cabezas Macía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario