En momentos difíciles, como los actuales, las decisiones sostenibles
adquieren todavía más importancia si cabe. Así, el ciclo de vida de los centros
deportivos, compuesto por las siguientes tres fases, debe ser lo más sostenible
posible.
Planificación: hay que tener muy claro cuál va a ser el
objetivo del centro deportivo, analizar previamente su oferta y su potencial demanda,
ello contribuirá a una explotación rentable, es decir, sostenible.
Diseño y construcción: es necesaria la coordinación entre
el arquitecto y el futuro gestor de la instalación. Hay muchas decisiones de
diseño que influyen en la gestión del centro deportivo, por ejemplo el
emplazamiento y orientación de la instalación ayudará a aprovechar al máximo la
iluminación natura.
Gestión y explotación: en esta última fase nos
centraremos en el ahorro energético con las actuaciones necesarias para obtener
la mayor eficiencia energética.
Las fases no son excluyentes y al ser consecutivas están
muy vinculadas, ya que un solo error en la primera, repercutirá negativamente
durante la gestión del centro deportivo.Hay que tener en cuenta que para una instalación tipo: con
piscina cubierta y sin campos de césped natural, los consumos son (Endesa):
- 35% climatización y deshumificación
- 25% agua caliente sanitaria y piscina
- 15% iluminación
- 12% motores y bombas
- 13% de otros, como son los combustibles.
La gran pregunta del gestor deportivo, es saber si su centro
es o no sostenible. Desde aquí, proponemos hacer una valoración a través del
Índice de Eficiencia Energética. Este índice, hace una relación entre las
siguientes variables:
- Cultura energética
- Mantenimiento
- Control energético
- Innovación tecnológica
Tener cultura energética conlleva la concienciación interna
de nuestros trabajadores y la externa de nuestros usuarios, mediante: La formación ambiental adecuada que asegure el compromiso
de los trabajadores. La concienciación de nuestros clientes modificando sus
hábitos de conducta, por ejemplo mediante carteles donde se indique que se haga
un consumo racional de agua.
12 propuestas para mejorar:
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Pero además, en nuestros centros deportivos, no sólo debemos ahorrar energía, sino que tenemos que crearla bien a través de la implantación de energías renovables, como son la solar térmica, la biomasa o la geotérmica o, mediante la autoproducción a través de las propias actividades que organizamos. Ejemplos de ello:
Dinamos en las bicicletas de ciclo indoor o máquinas de
musculación que tengan un recorrido a través de una correa.
Amortiguadores situados en los steps o en salas de
actividades dirigidas con un alto impacto en el suelo que recogerían la energía
y la llevarían a un transformador.
Generadores hidráulicos en todas aquellas instalaciones
que tienen piscina en las corcheras o en los bordes de la piscina y aprovechar
el oleaje generado al nadar.
Pelotas Soccket diseñadas por Adidas que gracias a los
golpes que reciben, son capaces de mantener una lámpara con un led encendida
durante 4 horas.
AUTORES: Vicente Javaloyes / Georgina Vila.
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