martes, 15 de enero de 2013

CON POCOS RECURSOS TAMBIÉN SE PUEDE EMPRENDER

De hecho así ocurre en la mayoría de las ocasiones, no todos los emprendedores tienen los recursos económicos necesarios para llevar a cabo un gran desembolso, pero si, la mayoría de ellos tienen características comunes. 



Mike Michalowicz en su libro El empresario del papel higiénico (Ed. Sirio), describe a este tipo de emprendedores como “…innovadores capaces de hacer maravillas con tres trozos de papel, o incluso, con todavía menos…”, ¿cuántos proyectos han empezado en una servilleta o en un trozo de papel reciclado?
Según Michalowicz, las cualidades fundamentales de este tipo de emprendedores son las siguientes:
Tienen unas creencias bien afianzadas. Las creencias nos potencian o nos limitan, es decir suman o restan, nos acercan a nuestros objetivos o nos lastran en el camino. Lo que está claro es que estos emprendedores saben que el éxito viene determinado casi en un 100% por lo que realmente piensen y crean de su proyecto más que por sus conocimientos, su educación o sus medios. Si realmente crees que lo puedes conseguir estás más cerca de poder alcanzarlo.
Tienen pasión, verdadera pasión por lo que hacen. Trabajan desde el amor a lo que hacen, lo que facilita la realización de esfuerzos y pequeños sacrificios. Trabajan en un campo que les puede llevar muy fácilmente a un estado de “Flow” en el que perder incluso la noción del tiempo. Esta pasión la llevan también a la hora de transmitir a que se dedican, son capaces de ilusionar a su oyente, de hacerle vibrar.
Se inclinan hacia la acción inmediata. Ya hemos hablado en los artículos anteriores de la importancia de la acción, de poner en marcha las ideas para alcanzar el éxito. Saber cómo hacerlo se puede aprender, querer hacerlo es cuestión de actitud, pero hacerlo ese suele ser el escalón más costoso. Los emprendedores prefieren actuar a quedarse sentados. 
En el ámbito del Coaching para emprender decimos una frase a este respecto: la parálisis por el análisis, no digo que no sea necesario estudiar un proyecto antes de llevarlo a cabo, sino que un excesivo análisis puede parar una gran idea. Es cierto que actuar demasiado pronto puede causar algún problema pero precisamente eso es lo que también puede generar mayores beneficios.
Son muy buenos en pocas cosas. Encuentran sus puntos fuertes y los exprimen al máximo. Lo que no se les da especialmente bien lo derivan a otros. Como dice Tim Ferrys en La semana laboral de 4 horas, “…la delegación del trabajo generará mayores beneficios: dispones de más tiempo para ti y puedes crear nuevas cosas…”  y me permito añadir, delegándolo a la persona adecuada. Normalmente son reconocidos como verdaderos especialistas en su campo y esto mismo es lo que los posiciona como referencia. 
Utilizan más el ingenio que el dinero. Su mayor activo es su creatividad y echan mano de ella tanto para la creación de la idea como para transmitirla a su público objetivo. En ocasiones el dinero ayuda a potenciar el desarrollo de una idea, pero no es de lo que depende para que el proyecto salga adelante. Como dice Raimon Samsó en su recomendable libro El código del dinero, ”…los problemas de dinero se solucionan con creatividad…”


Dominan un nicho. Eligen un mercado en el que hay poca o ninguna competencia para el tipo de servicios, productos o valores que ellos pueden ofrecer. Es decir buscan y se desarrollan en océanos azules, más que en mares rojos y saturados de oferta. 
Para mí la identificación de un nicho es fundamental para el lanzamiento de un proyecto o idea, normalmente no se dispone de una gran cantidad económica para invertir en comunicación y publicidad por este motivo, empezar de menor a mayor, de lo más cercano a lo más lejano es lo más conveniente. Además es más fácil posicionarte como experto en un nicho pequeño que en el gran mercado, ya habrá tiempo para eso más adelante. Muchos emprendedores con los que trabajo al llegar a este punto les asalta la duda, de si me dirijo a un nicho dejo fuera gran parte del mercado, y en realidad así es, pero ¿Cuál es tu capacidad de influencia?, además el escoger un nicho no significa que nunca más puedas trabajar con personas o empresas que no pertenezcan a él.
No son normales. Son personas que arriesgan, que viven cómodos en la incertidumbre, se hacen fuertes y no se dejan vencer por sus miedos, hacen lo que hay que hacer durante el tiempo suficiente y continúan adelante con su idea aunque sople viento en contra. No suelen guiarse por las reglas y suelen saltarse las normas sociales. Les encantar desafiar el orden establecido y crear nuevos servicios, productos y formas de comunicarlos.
¿Te reconoces en las características anteriores?
Espero ver a alguno de estos emprendedores en la próxima Fitness and Body building FIBO en mayo de 2013.

AUTOR: Alfredo Bastica Caro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
Gym Factory © 2014 gymfactory.net & Gym Factory . ...