lunes, 17 de febrero de 2014

REVISA TUS HÁBITOS

Ha empezado un año nuevo, y puede que sume un año más para ti, o puede que suponga uno o varios años menos si sabes dar a tu organismo la vitalidad de un cuerpo más joven.
Hoy eres como eres, fruto de dos cosas: eres fruto de tu genética y fruto de tus hábitos. Esto configura tu estado de salud actual e incluso el pronóstico de lo que puede ser en el futuro. 
Sobre la genética poco podemos influir (aunque en otro artículo te desvelaremos como hacerlo, tal como nos dicen científicos del calibre de Bruce Lipton), de modo que es sobre tus hábitos donde podemos ejercer cambios más rápidos y eficaces. 
Los hábitos que tienes te han hecho como eres ahora. Si tu genética no te favorece en algún terreno, deberás ser aun más cuidadoso en que tus hábitos fortalezcan esa debilidad. Si tienes tendencia a anemia, por ejemplo, no deberás tomar café o té después de las comidas, dado que de este modo el hierro de la comida no se absorberá y esto será perjudicial para tu salir del estado anémico. Si tienes una tendencia familiar a infartos no puedes dejar de controlar tus niveles de vitamina B12 y de ácido fólico, que son fundamentales para que no se inflamen las arterias y atrapen al colesterol.
Supongamos que haces ejercicio de forma regular, es decir, que el ejercicio es un hábito que tienes. En un artículo anterior te comentaba como el entrenamiento intenso y regular suponía un estrés para tu vida, que ponía en marcha un proceso de adaptación en el cual el cuerpo iniciaba cambios del tipo usar la grasa como combustible, aumentar las enzimas musculares de la resistencia, captar más calcio en los huesos, generar más masa muscular, etc. Es un hábito y genera cambios. Hoy quiero que seas consciente de lo importante que puede ser el ejercicio para tu vida y como puede ser el elemento número uno de tu rejuvenecimiento y de la prevención de muchas enfermedades, fortaleciendo todo tu organismo. 
Evidentemente, los primeros efectos que genera el ejercicio son los relacionados con el metabolismo. Es clave para la normalización de los niveles de glucosa en sangre, y de todas las hormonas relacionadas con su metabolismo, lo cual afecta directamente al metabolismo de las grasas. Tanto el ejercicio aeróbico como anaeróbico utilizan la glucosa como combustible, y la práctica deportiva hará que la manejemos mejor. Esto es ampliable al metabolismo de las grasas. Ya hemos comentado en otros artículos como el ejercicio aeróbico consume grasa durante el momento del entrenamiento, mientras que el ejercicio anaeróbico, de alta intensidad y poca duración, es aún más eficaz que el aeróbico, ya que promueve el metabolismo graso durante las horas siguientes al ejercicio y de zonas más amplias del cuerpo (el aeróbico solo mueve grasa de cintura para arriba, así que chicas….no os es muy útil…). Un factor más por el que cada vez se aboga más a favor por las ventajas de trabajo anaeróbico. En relación a la glucosa, se podría decir que un diabético, no lo es durante el tiempo en que se ejercita, ya que no depende de la insulina en ese momento para movilizar la glucosa, sino de la adrenalina. Si es tu caso, no puedes dejar de entrenar a diario, pero con entrenamientos cortos, porque de otro modo, la glucosa bajará demasiado y se segregará glucagón que la volverá a aumentar en sangre desde el hígado. Para defenderse del esfuerzo del ejercicio, tu organismo activará a las hormonas que permiten utilizar la grasa como combustible y así adelgazar. Recuerda que si te pasas de entrenar, por el contrario, para poder defenderte del sufrimiento del ejercicio, tu cuerpo bloqueará las hormonas de adelgazar para que la grasa dure y te permita “seguir vivo” ante el desgaste enorme del ejercicio. 

Este punto es muy importante y no parare de insistir en él. El ejercicio bien dosificado es uno de los hábitos más potentes que puedes incorporar en tu vida. Mal dosificado entra en la misma categoría de los hábitos malos y de desgaste general. Un exceso de actividad te lleva al lado opuesto de todo lo que buscas. Debes entender también que la actividad del tipo que sea debe ir compensada con una alimentación, recuperación y a veces suplementación que la hagan soportable y beneficiosa. Tres días de entrenamiento por semana alimentándonos mal pueden ser más perjudiciales que cinco días intensos bien suplementados y con unas pautas adecuadas de alimentación que nos permitan sacarle verdadero partido a nuestro esfuerzo. Este punto es fundamental que lo tengas en cuenta. No si sabes que debes comer siempre hidratos de carbono en las siguientes cuatro horas al ejercicio intenso, pues de otro modo, el cortisol elevado por el estrés del entrenamiento, al no disponer de glucosas, tirará de aminoácidos del músculo y de los glóbulos blancos, por lo que el efecto de tu entrenamiento será que te bajarán las defensas. Esto es un ejemplo de cómo tus hábitos deben estar equilibrados entre si.
¿Quién no conoce el dicho de que quien mueve las piernas mueve el corazón? Esto es literal, pero lo que la ciencia nos dice hoy es que es preferible para el corazón el ejercicio anaeróbico sobre el aeróbico. Además se favorece la formación de nuevos vasos sanguíneos. El aeróbico también resulta mayor productor de radicales libres y oxidación, lo cual no favorece el rejuvenecimiento que buscas.
También es conocido su efecto sobre las hormonas del rejuvenecimiento como son la testosterona, la hormona del crecimiento, la IGF1, sin olvidar las endorfinas y neurotransmisores que genera, del tipo serotonina, dopamina, GABA, etc, que afectan muy positivamente a las funciones cerebrales ligadas al manejo del estrés y al aprendizaje. La IGF1 es especialmente importante en el proceso de rejuvenecimiento, ya que actúa no solo en músculos sino también en huesos, sistema inmune y cerebro, siendo uno de los más grandes remedios para evitar la aparición de Alzheimer. Produces IGF tanto con la contracción muscular como con los estiramientos.
Estas llamadas cascadas de neurotransmisores tienen efectos muy positivos sobre el estado de ánimo. Sus efectos antidepresivos y ansiolíticos generan un sensación de placer al que muchos se enganchan positivamente para su salud. El ejercicio se convierte en un hábito de refuerzo. Piensa que durante el día somos sacudidos constantemente por el estrés, y éste necesita ser expulsado, difundido fuera del cuerpo. El ejercicio cumple plenamente esta labor. Otros pueden necesitar recurrir al alcohol, a la agresividad con las personas de más confianza, drogas, etc. No es de extrañar que el común de los padres busquen que sus hijos se inicien en alguna práctica deportiva para alejarlos de todas esas tendencias que les pueden depravar. 
¡Y qué importante es para las mujeres el ejercicio! No debería haber ni una mujer que no hiciera algún tipo de ejercicio (anaeróbico). Aparte de los mencionados efectos sobre el estado de animo y el manejo del estrés, es vital para tener un tono muscular adecuado. Piensa que el músculo es tu motor, y que tu metabolismo depende de cuanto gaste este motor. Sin masa muscular el metabolismo está bajo, la piel se cae, nadie sujeta a la columna vertebral y esta se va retorciendo con los años, los huesos sin ejercicio se quedan sin calcio y se hacen frágiles y quebradizos, se dejan de producir las hormonas de las ganas de vivir, … Con el ejercicio, sobre todo si incluyes actividades de tipo anaeróbico, tu vitalidad aumenta, eliminas grasa de todo el cuerpo, reafirmas tu cuerpo, fortaleces tus huesos, mantienes la postura con los años, mejora la libido, favorece el sueño, mantiene ágil al cerebro, refuerza tu confianza en ti misma, incrementa la vitalidad, etc. No deberían existir excusas para que una mujer no tuviese el hábito de hacer ejercicio. Yo se lo digo a todas las mujeres que acuden a mi consulta para perder peso: vamos a cambiar de objetivo. ¡Tu objetivo no será más adelgazar, sino ponerte en forma! La gente asocia adelgazar con no comer y el resultado es siempre el mismo, perder músculo, apagar el metabolismo y volver a engordar con un cuerpo experto en guardar grasa. Ponerte en forma significa que tu cuerpo es eficaz en manejar tus combustibles y que el metabolismo es el de un atleta. ¿Qué objetivo prefieres tu?
Si ya eres de los que practican ejercicio con regularidad, estarás acostumbrado a ver como tus compañeros de generación siempre aparentan más edad y peor salud que tu. Si no…mmmmm, es que hay algo que no estas haciendo bien aún. Revisa tus hábitos y ponlos a trabajar para ti.
Feliz año.
Salud.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
Gym Factory © 2014 gymfactory.net & Gym Factory . ...