Jockey es un atleta cuya
profesión es conducir caballos en competición de carrera de galope. La hípica
es el local donde se práctica el hipismo. El hipismo son todos los deportes
ecuestres involucrados en el arte de cabalgar. Aunque dentro del hipismo hay
varias modalidades como: polo, doma, carreras de caballos o equitación, este
artículo se va a centrar en el salto de obstáculos, por lo interesante de la
preparación física de la disciplina.
El investigador italiano Dal
Monte estudió el esfuerzo de los jinetes de Salto a través de su frecuencia
cardiaca y de su concentración de ácido láctico. El seguimiento que se realizó
a tres jinetes, dos campeones olímpicos y un principiante, dio como resultado
pasar de 70 pulsaciones por minuto en el inicio de una prueba de saltos, a 170
al final de ella el sujeto “A”. El sujeto “B”, mejor preparado físicamente,
empezó la prueba con 72 pulsaciones por minuto y su frecuencia cardiaca no
superó las 130 pulsaciones. También se observó que los niveles de lactacemia
eran menores que en el primero. El tercer participante, el sujeto “C”, al ser
un principiante, realizó la prueba sin obstáculos y llegó a las 175
pulsaciones. Esto nos confirma la importancia de una buena preparación física enfocada
al deporte ecuestre (Marsal, A.).
A la vista queda la
importancia de la preparación física del caballo en un deporte como la carrera
o los saltos, pero si la preparación física del caballo de competición es clave,
no hay en absoluto que olvidar la del jinete. “Una preparación física adaptada permitirá al jinete
dominar una serie de movimientos particulares a este deporte. No hay que
olvidar la importancia de la condición física del jinete, en los resultados del
binomio Jinete/Caballo. Muchos de los problemas observados en un caballo son
inducidos por su jinete. “(Auvinet). Una falta de preparación física se puede traducir, en
dificultad a la hora de realizar ciertos ejercicios, así como la aparición de
microtraumatismos en espalda y abductores. En los principiantes, la falta de
preparación se traduce normalmente en la dificultad de adquirir una postura
correcta, indispensable para su progresión. Los dolores derivados de los
microtraumatismos, se sumarán a los provocados por las posturas forzadas y las contracturas,
y se dejaran sentir en el jinete varios días después.
Para la optimización del
trabajo de preparación física, nos basamos en varios pilares básicos para
conseguir los objetivos y su correspondiente performance deportivo. Para ello,
tendremos que conseguir un buen nivel de fuerza, flexibilidad, resistencia, velocidad,
coordinación y equilibrio para hacer un trabajo de técnica progresivo y
correcto con nuestro caballo. Se deben aplicar programas de core training y
entrenamiento funcional, potenciando la musculatura complementaria y
compensatoria de las acciones propias de la monta en sí (www.relinchando.com). Al igual que en cualquier
actividad física, se deberá realizar un periodo inicial de acondicionamiento físico general en
cual además de ejercicios de fortalecimiento de los principales grupos
musculares, también se podrán hacer todos los deportes que favorezcan la
mejoría de la imagen y movimiento corporal (Danza o expresión corporal), así
como el estiramiento de la columna (Natación, bicicleta).
Una musculatura correctamente desarrollada no puede ser negativa, bien sea en aparatos de gimnasio, o por la práctica de otro deporte; ya que la equitación es un deporte incompleto y que favorece en exclusiva algunos grupos musculares dejando otros de lado. Por otro lado una musculación apropiada de abdominales es muy útil, ya que su correcta contracción provoca la retroversión perfecta de la pelvis. De igual forma es muy importante, trabajar los músculos más profundos de la espalda situados alrededor de la columna vertebral, ya que sujetan las vértebras y garantizan su buena orientación. Desgraciadamente, son unos músculos difíciles de trabajar, y necesitan un cierto aprendizaje, por ejemplo con la ayuda de un kinesiterapeuta. Uno de los aspectos más importantes es el trabajo de fuerza del tren inferior, ya que los jockeys galopan realizando contracciones pliométricas (las más duras muscularmente hablando), y esto requiere de ejercicios con dicho tipo de contracción muscular para poder lograr un rendimiento óptimo.
Respecto a la resistencia, teniendo
en cuenta la duración de la competición, partiendo de una resistencia de base
que se debe de adquirir al inicio de la temporada, al igual que en cualquier
otro deporte, tienen una importancia mayúscula las series cortas de uno a dos
minutos de duración, ya que son las que van a proporcionar al jockey una resistencia
competitiva.
Por último, es necesario practicar ejercicios de
flexibilidad para conseguir el estiramiento de los músculos flexores de las
caderas permitiendo descontracción de esta articulación y su apertura hacia
atrás. Esto evitará toda la repercusión de los movimientos de la pelvis sobre
la pierna cuya ventaja es su rigidez (www.jam-sports.es). Una sesión de
stretching (estiramiento) de unos quince minutos después de haber montado a
caballo, permite distender los músculos que han trabajado más, y evitar
acumulaciones de tensiones musculares generadoras en muchos casos de
contracturas.
AUTOR:Arkaitz Castañeda Babarro.
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