martes, 9 de octubre de 2012

PATOLOGÍA DE LA CADERA

La cadera es una articulación con tres grados de libertad, denominada enartrosis. Permite movimientos en todos los planos, ya que es una esfera que encaja en una cavidad cóncava. Los dos extremos se encuentran tapizados por cartílago y la articulación se encuentra recubierta por la cápsula sinovial. En el interior de esa cápsula, el líquido sinovial permite la lubricación, nutrición y limpieza, además de amortiguar las presiones a las que es fuertemente sometida.

La cadera es la articulación que une el miembro inferior al tronco, a través de la pelvis. Las superficies articulares que la forman son la cabeza del fémur y la cavidad cotiloidea o acetábulo.
La cavidad se encuentra reforzada por una especie de manguito fibroso que aumenta la congruencia, disminuye la fricción y aporta estabilidad; es el rodete cotiloideo o labrum acetabular. En el centro de la cabeza femoral, se encuentra el ligamento redondo, que la une al fondo del acetábulo.
Si ya de por sí, la cadera tiene un gran congruencia, se encuentra reforzada por un conjunto de potentes ligamentos que la unen a la pelvis, iliofemoral (el más fuerte del cuerpo humano), isquiofemoral y pubofemoral. Todos forman un manguito que rodea la articulación y limitan la excesiva amplitud de movimiento.

Alrededor de estos se disponen el conjunto de músculos, los motores que permiten la gran variedad de movimientos de la coxofemoral. Flexo-extenxión, aducción y abducción y las rotaciones interna y externa, además del movimiento de circunducción. Los músculos se insertan por las caras anterior, posterior y laterales. Algunos son más largos y actúan con un mayor brazo de palanca y otros son más cortos y potentes, asegurando aún más la estabilidad.
La articulación debe tener una disposición anatómica, dentro de unos límites fisiológicos para garantizar su correcta función, lo se denomina coxa norma. Si el ángulo formado entre el eje diafisario del fémur y el cuello de este, es más cerrado, tendremos una coxa vara y si por el contrario está más abierto, nos encontraremos con una coxa valga. Todo lo que se salga de esas medidas fisiológicas, pondrá en peligro la integridad de la articulación.

La cadera está afectada por enfermedades y lesiones de diversa índole. Son frecuentes la displasia congética y la enfermedad de Perthes, ambas aunque por motivos distintos, producen deformidad y limitación de movimientos, que afectarán en el desarrollo, si no se tratan adecuadamente.
Las fracturas son frecuentes en las personas mayores afectadas de osteoporosis, debido a la fragilidad de la articulación y las fuertes presiones y tensiones a las que está sometida. En otras edades se producen por traumatísmos de alta energía, como los accidentes de tráfico.
Las artritis o inflamación, atienden a diversas causas, algunas pueden ser infecciosas, fruto de procesos sistémicos o tras cirugía. También se puede producir secundaria a enfermedades de tipo reumático.
La cadera en resorte, es otra de las afecciones comunes en esta articulación. No suele tener consecuencias graves, pero limita los movimientos y en ocasiones, provoca la aparición de trocanteritis, por la fricción reiterada del tensor de la fascia lata sobre el trocánter mayor del fémur.



Y ya que mencionamos la trocanteritis, explicar que esta es una inflamación de la bolsa serosa adyacente al trocánter mayor, superficie más externa y lateral de dicho hueso. Es frecuente su aparición en mujeres, probablemente debido a la mayor anchura de la pelvis femenina, lo que favorece el roce de los tejidos blandos anexos, produciendo inflamación y dolor locales. La presión en la posición de decúbito lateral, durante el descanso nocturno, favorece la inflamación y agrava el cuadro clínico.
La artrosis en esta articulación, denominada coxartrosis, es bastante frecuente en personas de edad avanzada y rara en jóvenes o antes de la quinta década de la vida. Se produce porque se desgasta el cartílago articular que recubre las superficies de contacto, por lo que se genera una fricción que afecta a la cortical del hueso. Este se deforma, por lo que los movimientos dejan de producirse con fluidez, pudiendo llegar a la rigidez total.


De los factores más influyentes sobre la artrosis de cadera se destacan: la edad, el sexo (más frecuente en hombres), obesidad y las características de la profesión o actividades físico-deportivas que realice el sujeto.
El síntoma más frecuente, junto a la limitación de la movilidad, es el dolor. La persona afectada suele quejarse de molestias en la ingle, que en ocasiones se irradian hacia el muslo en su cara interna o hacia la zona glútea. Inicialmente el dolor aparece al comenzar los movimientos, mientras la articulación se encuentra todavía fría y cuando se realiza mucha actividad o de forma intensa, por sobrecarga. En estadios avanzados de la patología, puede incluso impedir el descanso nocturno.
El diagnóstico se realiza mediante la anamnesis del paciente, por los signos clínicos en los test de movilidad y se puede confirmar mediante radiografía convencional, lo que nos indica el estado en el que está y el pronóstico en la evolución.
El tratamiento sintomático se puede llevar a cabo mediante farmacología, con antiinflamatorios y analgésicos. Las infiltraciones y los medicamentos para el cartílago, no tienen una gran eficacia en la cadera. Es recomendable el ejercicio físico activo y los estiramientos, para mejorar la movilidad articular. El trabajo muscular de los motores periféricos también es importante, para que la articulación trabaje compensada. Revisar el apoyo podal y la alineación del miembro inferior es también aconsejable. No es infrecuente encontrar problemas de cadera derivados de malos apoyos en el pie o por dismetrías de los miembros inferiores.

Hay que saber que la artrosis en cualquier articulación es un proceso degenerativo y a día de hoy irreversible, por lo que las medidas higiénicas son de vital importancia, para alargar la funcionalidad de las estructuras articulares. Finalmente, si la anquilosis o el dolor son muy severos, se puede recurrir a la cirugía de cadera. La intervención definitiva es la colocación una prótesis, en muchos casos total, que permite devolver la funcionalidad, aunque con limitaciones. El dolor desaparece rápidamente y la movilidad es recuperada en función del acortamiento muscular existente.

AUTOR: Mª Mar García Valverde.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
Gym Factory © 2014 gymfactory.net & Gym Factory . ...