viernes, 4 de enero de 2013

TENDENCIAS DIVERSIFICADAS


Desde hace décadas me atrae, con renovado interés, la idea de prospectar el desarrollo del fitness y su proyección hacia el futuro. Las posibilidades de crecimiento de esta industria invitan a la predicción de un nuevo auge que afianzará aún más su consolidación como estilo de vida óptimo y adecuado a las necesidades de nuestro tiempo. Esto será favorecido por la gran capacidad evolutiva y adaptativa que su implantación viene demostrando a lo largo de bastantes años: modelo indiscutible de innovación constante, en mi opinión, uno de los sectores más rápidamente modernizados, aunque en algunos aspectos muestre ciertas debilidades por otra parte subsanables. 



No gozaré de merito por colegir que el futuro del fitness devendrá en expansión de la diversidad de formas, estilos y modelos, máxime si tenemos en cuenta que esta situación ya se da en la actualidad. Pero creo que se da menos de lo aparente. Con alguna diferencia, más o menos destacable, los centros de fitness se parecen mucho tanto en su estructura como en su funcionamiento, debido a una suerte de mimetismo contagioso al que ya me he referido en otros artículos. Empero, el futuro inmediato, por pura lógica, modificará las tendencias diversificando la oferta en modelos parcelados y claramente diferenciados. Probablemente veremos crecer propuestas de autoservicio apoyadas en innovaciones tecnológicas bastante más sofisticadas que las actuales, creo que en realidad va a ser una rápida sucesión de innovaciones aplicables al “sírvase usted mismo”. Este sistema puede ser atractivo para los usuarios más independientes o con dificultades de horario, y se aplicará igualmente en actividades individuales y colectivas. Permitirá a sus promotores reducir al mínimo la contratación de personal (algo poco alentador para los profesionales del fitness), y supongo que también repercutirá en los precios a la baja. Esta opción no carece de inconvenientes, hasta donde he podido comprobar, el autoservicio equivale a ausencia de servicio, o si se prefiere falta de asistencia, pues el servicio corre a cargo del cliente. En muchos casos, además, los precios no son modificados a favor del consumidor, que paga lo mismo y colabora al ahorro o aumento del margen de beneficio que obtiene la empresa al reducir su necesidad de empleados. Pero debido a la heterogeneidad y pluralidad de nuestra sociedad, este sistema es el preferido por muchos y ha probado su eficacia en otros sectores con éxito incuestionable, ya veremos que sucede en el nuestro. 
En el lado opuesto tenemos la oferta de servicio selecto y altas prestaciones, un segmento de nuestra actividad que promete crecer. Está y seguirá estando orientado a satisfacer la demanda de clientes que valoran la atención personal y esmerada, procurando una estancia grata y confortable al usuario en todo momento, su planteamiento se fundamenta en ofrecer calidad en grado de excelencia y se valora el factor humano como componente esencial en la atención al cliente, aparte de disponer de equipamientos y tecnología de la más alta gama. Por achacarle algún inconveniente diré que no está al alcance de la mayoría debido al alto precio de sus cuotas, tampoco goza de la preferencia de todos aun en el caso de poder pagarlo, sin embargo creo que esta propuesta seguirá creciendo y consolidándose.


Entre estas dos previsibles tendencias queda un ancho espacio cuya exploración no es tarea fácil sin asumir el riesgo de la predicción aventurada, tanto si utilizamos datos objetivos procedentes de referencias pasadas y actuales, como si sólo nos valemos del ojo del buen cubero. Bajo mi punto de vista el espacio intermedio nos da amplio margen para intentar fórmulas equilibradas. Puede darse el caso de que se produzca inicialmente una polarización en las tendencias, pero con tanta distancia entre ellas me resisto a creer que no surjan nuevas alternativas plausibles; por ejemplo opciones combinadas con oferta de servicios a la carta que posibiliten al cliente una elección libre y acomodada a sus necesidades con resoluciones más expeditivas que las ofrecidas actualmente por la mayoría de los centros.
En cualquier caso, sean cuales sean las propuestas que emerjan en el futuro, creo que quien sea capaz de ofrecer un excelente servicio a precio razonablemente asequible, hallará el camino adecuado con independencia de las tendencias que se vayan imponiendo. Cuando hablo de precio razonablemente asequible, quiero decir al alcance de la mayoría instalada en la economía media, y a la vez rentable para la empresa. El equilibrio entre estos tres factores: calidad de servicio, asequibilidad y rentabilidad dan la combinación idónea para acometer las exigencias de competitividad que a buen seguro impondrá el porvenir con más rigor aún que en la actualidad. 

AUTOR: Antonio Manzano

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
Gym Factory © 2014 gymfactory.net & Gym Factory . ...