Entrenar el cuerpo para funcionar al máximo rendimiento. Esto es lo que buscan los triatletas y lo que Pilates les puede dar. Cada vez más son los practicantes de este deporte que han encontrado en esta disciplina un sistema verdaderamente eficaz para batir sus marcas. Técnica, precisión, control, mejor aguante… el método ideal para aquellos que no entienden de límites.
Es obvio que la preparación física del triatleta pasa por nadar, ir en bicicleta y correr. Sin embargo, entrenar estos tres componentes sin más no es ni mucho menos suficiente. Para desplazarse más rápido en el agua, en la bicicleta o con los pies, uno debe ser capaz de moverse con eficacia. La filosofía del Pilates es reentrenar el cuerpo para que este utilice los músculos más eficientemente y ahorre energía. Ello lo consigue principalmente gracias a la fuerza central o de core, y a la respiración.
Generando el movimiento a través de un core más fuerte, el triatleta consigue una mejor técnica de movimientos especializados, con lo que aumenta la velocidad y mejora su marca. Al mismo tiempo, una respiración entrenada hace que llegue mayor cantidad de oxígeno al organismo y que se reduzca su necesidad por parte de músculos de la respiración, permitiendo que haya más oxígeno disponible para otros músculos.
TIPO DE ENTRENAMIENTO Y EJERCICIOS
A la hora de planear un entrenamiento de Pilates para un triatleta hay que analizar las actividades que este lleva a cabo; el tipo de movimientos, la duración e intensidad de los mismos y la postura en que se realizan.
Las tres disciplinas que conforman el triatlón implican principalmente sólo movimientos en el plano sagital (hacia delante). Ello produce un desequilibrio entre los lados anteriores y posteriores del cuerpo. Además, lo más seguro es que el triatleta presente problemas posturales que pueden afectar a su rendimiento; este suele tener los músculos de los hombros y los pectorales tensos, los flexores de cadera y los isquiotibiales acortados, y los cuádriceps sobre-desarrollados. Los ejercicios de Pilates que se escojan deberán contrarrestar estos factores y reequilibrar el cuerpo.
Tal como sugiere la instructora y formadora de Pilates Karen Mirlenbrink, incluir el Chest Expansion, las series de Long Box en el Reformer, y el Eagle en el programa, por ejemplo, ayudan a abrir el pecho al mismo tiempo que fortalecen el deltoides posterior, el romboides y la musculatura de la espalda baja. El Pelvic Lift y los ejercicios de piernas con muelles (Leg Springs) permiten encontrar un equilibrio entre los cuádriceps y los isquiotibiales, y ayudan a estabilizar la pelvis. De hecho, cualquier ejercicio de extensión ayudará a corregir la postura cifótica típica de muchos de estos atletas.
Por otro lado, cada disciplina deportiva que integra el triatlón requiere un trabajo de mejora y compensación específico. La mayoría de triatletas tienen dificultades con la natación. Un buen trabajo de core no sólo es necesario, sino que se hace imprescindible si se quiere mejorar en esta disciplina. La estabilidad de la columna y de los músculos que la rodean juega un papel esencial en la natación, puesto que el cuerpo está suspendido en el agua. Ejercicios como el Roll Up, el Hundred, la Serie Abdominal o las variaciones del Swan en el Cadillac aportarán la fuerza necesaria en los abdominales y en la espalda baja para nadar adecuadamente. Otros beneficios que se pueden encontrar con el Pilates son el trabajo y la mejora de la rotación espinal, la movilidad de hombros y la respiración.
En el caso de la carrera y el ciclismo, se ven muchos desequilibrios musculares que pueden comprometer el rendimiento. Los triatletas suelen tener fuertes tensiones en los flexores de cadera y en las bandas ilio-tibiales, las cuales suelen comportar dolor lumbar y de tobillos. Estirar estos músculos y fortalecer sus antagonistas resulta fundamental. Además, correr también causa tensión de la musculatura lumbar e isquiotibial debido a la absorción del choque que causa el golpeo sobre el pavimento y el esfuerzo que hay que hacer para mantener la postura erguida y estable durante el movimiento de desplazarse hacia delante. Para contrarrestarlo, se deben incluir estiramientos de espalda baja (como el Shell Stretch) y de cadena posterior (Hamstring Stretch con banda, serie de estiramientos de isquiotibiales en la Combo Chair, el Ladder Barrel o el Reformer, etc.).
Pilates ha demostrado una vez más ser el motor que impulsa a conquistar objetivos y nuevos retos. Los triatletas mejoran su fuerza central, su postura, su técnica y su flexibilidad, y los resultados saltan a la vista. Ante tales evidencias, quien quiere mejorar su potencial ya no puede decir que no sabe cómo hacerlo.
AUTOR: Paulina Savall.
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